Municipio de San Gregorio de Polanco

FRANCISCO ROS

Obra: Historieta (1996 restaurado 2014)

Ubicación: Gral Artigas esq. Carmen

 

Pedazos de puertas, de cajones, de muebles y trozos indistinguibles de madera se amontonan en el amplio fondo del taller, en donde trabaja Francisco Ros. Aunque cueste imaginarlo, de ese material de desecho que junta o le regalan, nacerán los más originales juguetes de madera. Cada una de las piezas que se crean son únicas e irrepetibles, ya que Ros junto a sus otros tres compañeros del taller «Él mismo», desde hace más de diez años, se han propuesto poner su creatividad a prueba en cada nueva obra. Todo comenzó al egresar de la Escuela de Bellas Artes, cuando junto a un compañero se propusieron experimentar en el mundo del juguete y sus posibilidades estéticas. «Comenzamos con Diego Portella un poco en contraposición al auge de los juguetes de plástico, buscando reivindicar  lo lúdico y las posibilidades de la madera», relató Ros explicó que la propuesta se basa en brindarle al niño una alternativa a lo producido en serie. Por ello, uno de los principios que se estableció desde un comienzo fue el de que cumplieran un primer cometido básico: ante todo, que fueran buenos juguetes. Y en esto, el movimiento es fundamental. «Si no se mueve, no tiene gracia», asegura Ros. Se pusieron manos a la obra, y una vez que tuvieron algunas de sus creaciones finalizadas, vino el tiempo de ponerlas a prueba con el público. Se acercaron entonces a ferias vecinales, en donde, entre los puestos de fruta y verduras, sorprendieron a la gente con juguetes de madera de alegres colores y diseños originales, como uno de los primeros: «el espantamoscas y matahormigas». Se trataba de un vehículo que tenía un matamoscas en su parte posterior y delante una mano de madera. «La gracia era que al empujarlo, ambos objetos golpeaban el piso alternadamente, como si estuvieran matando insectos», explicó Ros. La respuesta del público fue buena y los artistas-artesanos fueron perfeccionándose, buscando dotar cada vez de mayor resistencia y posibilidades lúdicas a sus creaciones.

EXPORTACIÓN. En ocasión de la primera bienal del objeto artesanal que se realizó en Montevideo, Ros conoció a un artista uruguayo que vivía en Suiza, y de manera casi fortuita fue él quien le propuso contactar con una galerista de la ciudad de Lausana, para que los juguetes de madera se expusieron en Europa. «Fue una gran experiencia, ya que la aceptación fue muy buena. Desde esa primera exposición hemos seguido enviando nuestras creaciones», relata Ros, que reconoce que en Suiza pudo comprobar cómo el idioma del juego es universal. También en Francia han expuesto y vendido las creaciones del taller, en donde también han tenido una muy buena aceptación.

A diferencia de lo que se observa en Uruguay, en Europa sus creaciones son consideradas más como obras de arte, que como simples juguetes. Sobre todo por su originalidad.

De allí la exigencia de los galeristas de que Ros y sus compañeros firmen cada objeto finalizado.

EXPERIMENTAR. Sin dejar de lado los juguetes, los integrantes del taller se encuentran experimentando en estos momentos en la fabricación de muebles.

Pero, fieles a su estilo, no se trata de muebles convencionales. Todos tienen un diseño completamente original. Los materiales y piezas utilizadas en su construcción son obtenidas en demoliciones o por donaciones que les realizan. Y, por sobre todas las cosas, también en ellos está presente lo lúdico.

«La idea es mantener la funcionalidad del mueble, pero sin perder el juego», dice Ros, con el entusiasmo de quien disfruta plenamente de lo que hace.

Buscando nuevas formas de expresión artística, Ros comenzó a experimentar con las posibilidades del antiguo juguete de madera. Así fue desarrollando junto a sus compañeros del taller «El mismo» originales creaciones realizadas a partir de materiales de desecho que ellos mismos iban juntando o les regalaban. Rápidamente los juguetes sorprendieron por su diseño y por su capacidad de realizar impensables movimientos automáticos, y desde hace unos años los exportan a galerías en Europa, en donde los consideran obras de arte.

Originalidad y resistencia

Es una vertiente de expresión artística que abre diversidad de posibilidades a quien la realiza y a los destinatarios. Los juguetes pueden nacer a partir de la forma o textura particular de un trozo de madera encontrado al azar, o construirse partiendo de un diseño o idea preconcebida. Son distintas aproximaciones que conducen al resultado deseado. Lo que todos tienen en común, más allá de confeccionarse con materiales de desecho, es que se realizan pensando en primer lugar en que sean atractivos para un niño. De allí el movimiento mecánico que tienen todas estas creaciones, como son los casos del «Pez bicicleta» o del avión en el que su motor es una mosca. (Texto : ”Los juguetes uruguayos que conquistaron Europa”  Diario El País – 2 de marzo 2007).

 

Instagram: franciscoros.castro

 

Youtube

Documental – El Arte de Resistir, «Macaquitos». Diego Portela y Francisco Ros Castro/juguetes-2002. Dieter Mueller 5 de agosto 2016